NÁPOLES


2006

El escritor valenciano Josep Piera describió a Nápoles como un bellísimo cadáver barroco. «Nápoles no puede dejar de ser como es, ni lo precisa, justamente es al mismo tiempo su gracia y su desgracia, su alegría y su drama, su hechizo y su mal. Nápoles es la vida, y la vida se aprende a vivir como es. En Nápoles se ha de saber entrar, y descubrir el vivir, desde el sentimiento más auténtico, desde la razón emocionada…»

El pasado vive actualmente en Nápoles, y el presente lo pretende mejorar. Estoy con las palabras de Piera. Que no cambie nada demasiado. Que sus esencias, sabores, y costumbres ancestrales sean admitidas como una renovación y no como un trasto viejo, como ha pasado en otros núcleos del mediterráneo. Deberá ser así. Que este Bellísimo cadáver barroco deje de ser el de un trozo de mármol mutilado, para ser más bello todavía, y convertirse en un joven dios que nunca muere.